Revistateen.com ha publicado que la rutilante estrella del pop Justin Bieber se fue de camping con su familia. A nosotros, evidentemente, nos encanta la noticia. Sin embargo, deberíamos reflexionar sobre por qué, así, de primeras, nos asombra que una celebridad como Bieber escoja un camping para pasar unos días de vacaciones con su familia.
Es evidente que la imagen del camping no se adecúa a la realidad. Lejos quedan aquellos tiempos en los que un camping era poco más que un cercado en el que poder plantar una tienda de campaña. Quien no nos conoce, no puede imaginar que aquí dispone de spa y piscina tropical, o que las parcelas cuentan con agua, luz y desagüe para sus caravanas. La gente no termina de comprender que quien es campista lo es por afición o convicción; perfectamente podrían pasar sus vacaciones en un apartamento o en un hotel, pero prefieren invertir su dinero en una caravana o autocaravana (por lo general, bastante caras) porque así disfrutan de un entorno diferente, en plena naturaleza, en el que sus familias tienen más facilidad para relacionarse con otras personas.
Por lo tanto, no debería extrañarnos tanto que una celebridad se vaya de vacaciones a un camping. Seguro que algunos encuentran en esta noticia la explicación al increíble flequillo de Justin Bieber. Ya se rumorea en la red que tal nivel de fijación sólo se explica por el ataque de una vaca de raza holandesa que arrinconó a Bieber detrás de su caravana y, con la violencia de una fan descontrolada, lamió su cabeza y esculpió su cabello hasta conseguir tan increíble resultado.
Trabajemos, pues, por cambiar nuestra imagen y transmitir la verdadera realidad de los campings y sus usuarios. Al fin y al cabo, todos sabemos que esa vaca no atacó a Justin en un camping, sino después de un concierto en Amsterdam.
No hay comentarios:
Publicar un comentario